Los sistemas operativos tienen instalado por defecto multitud de programas que nos permiten realizar gran cantidad de tareas como escribir documentos, escuchar música, navegar por Internet, etc. Sin embargo esto no es suficiente para la mayoría de los usuarios y entonces es probable que necesiten instalarse nuevos programas como por ejemplo un navegador de Internet distinto al que tiene el sistema operativo por defecto, un conjunto de herramientas ofimáticas más completo, etc.