Prácticamente todo método de estimación, ágil o no, se basa en tener una unidad de medida del tamaño del trabajo a realizar (en agilidad lo más común es usar los puntos historia) y un mecanismo para ir calibrando las estimaciones (en agilidad se suele hacer uso de la “velocidad” y si hay menos experiencia del “yesterday’s weather” o estimar en función de qué pasó en el último sprint.
Para profundizar en los conceptos relacionados con lo que acabamos de contarte, debes leer los siguientes posts:
- ¿Qué es la velocidad en un proyecto software (normalmente ágil o Scrum)? Aclaración de dudas frecuentes. Te adelantamos que la velocidad se calcula sumando el número de puntos historia (es decir el valor) de cada historia de usuario de las que que se ha terminado durante una iteración o sprint. Por ejemplo, si el equipo terminó tres historias de usuario en la iteración, y se había estimado que cada una de ellas valía cinco puntos historia, entonces su velocidad en esta iteración fue quince puntos historia .
- Gráficos Burn–down vs Burn-up para el seguimiento de un proyecto ágil, herramientas que te serán útiles para el seguimiento y para ayudar en la gestión de la velocidad.
- Cómo ajustar las estimaciones ágiles en función de la disponibilidad del equipo. Comprobarás que para ir siendo más preciso con el tiempo, es necesario que ajustes las estimaciones de la velocidad a medida que cuentes con más datos del rendimiento de vuestro trabajo.