IaaS (Infraestructura como Servicio) es un modelo de servicio en la nube donde el proveedor, como Amazon Web Services (AWS), ofrece recursos de infraestructura como servidores, almacenamiento y redes. Aunque AWS proporciona estas capacidades, la empresa usuaria debe gestionar y mantener sus propias aplicaciones, datos y sistemas operativos, lo que implica un trabajo significativo en la administración y configuración de la infraestructura.
PaaS (Plataforma como Servicio) es un modelo de servicio en la nube que proporciona una plataforma gestionada donde los desarrolladores pueden construir, desplegar y gestionar aplicaciones sin preocuparse tanto por la infraestructura subyacente. Por ejemplo, Google App Engine o Microsoft Azure ofrecen plataformas que facilitan el desarrollo y la implementación de aplicaciones, reduciendo la cantidad de administración que la empresa debe realizar, aunque todavía hay ciertos aspectos, como la configuración del entorno y la escalabilidad, que deben ser manejados por el usuario.
SaaS (Software como Servicio) es un modelo de servicio en la nube donde las aplicaciones están completamente gestionadas por el proveedor y el usuario final simplemente accede a ellas a través de internet. Un ejemplo de SaaS es Microsoft Office 365, donde los usuarios pueden utilizar aplicaciones como Word, Excel y Outlook con mínimas preocupaciones de administración, ya que el proveedor se encarga de todo, desde la infraestructura hasta las actualizaciones de software.